Este curioso gatito, ve al refresco que toma su dueña, como algo apetecible y ha quedado molesto, porque no le ha convidado.
Los animales son curiosos, desconocen que consumimos con exactitud y muchas veces desean probar.
Sin embargo no son todos, el olor y la consistencia los disuaden si es algo que puedan considerar no agradable.
Pero claro no todos quedan enojados por no lograr su objetivo. Algunos gatos son huraños de por si.
De hecho algunos son insistentes y están motivados a exigirlo, haciendo algún ruido.
Otros animales también se apoyan en una caricia, los gatos rosan nuestro cuerpo, tratando de decirnos que nos quieren y a la vez, necesitan algo.
Los perros por el contrario optan por lamer la mano de los dueños.
Y por supuesto los dueños no somos crueles convidamos algunas cosas con los animalitos, pero debemos siempre ser cuidadosos, pues su cuerpo no tolera las mismas cosas que nosotros.